Los residuos hospitalarios o con riesgo biológico como su nombre lo dice, son aquellos que de no ser tratados adecuadamente pueden significar un peligro para la vida y la salud de las personas. Estos se clasifican en anatomopatológicos, cortopunzantes y biosanitarios.
La UAESP a través del operador Ecocapital recoge los desechos de más de 22.000 usuarios en Bogotá, divididos en grandes, medianos y microproductores de residuos de riesgos biológico. Hospitales, clínicas, centros estéticos, peluquerías y veterinarias, son algunos de los ejemplos de empresas que son atendidas con este tipo de servicio especial de recolección.
Una vez los carros recolectores realizan los recorridos, el material llega a una planta de tratamiento donde se realiza un proceso de alta ingeniería. En cápsulas denominadas autoclaves se encargan de esterilizar o desnaturalizar los desechos, es decir, son sometidos a altas temperaturas mediante vapor húmedo generado por calderas, el vapor ingresa a una temperatura aproximada entre 150 y 160 grados celsius y una presión aproximada entre 50 y 60 psi. Con este procedimiento pasan de ser peligrosos a ordinarios para luego ser dispuestos en el Relleno Sanitario Doña Juana.
Por su parte los residuos anatomopatológicos, es decir los provenientes de restos humanos como tejidos, biopsias o muestras para análisis, entre otros, tienen un tratamiento especial: llegan a la planta y se congelan en un cuarto especializado para luego ser llevados a una planta de incineración ubicada en Mosquera, Cundinamarca.
En total Bogotá genera aproximadamente 1.200 toneladas mensuales de residuos de riesgo biológico que reciben este tratamiento.