El objetivo de este programa es formar y capacitar a los campesinos y campesinas de las zonas aledañas al Parque de Innovación Doña Juana en la siembra, producción y comercialización de sus productos agrícolas, entre los que se encuentran algunos como la arveja, la papa, hortalizas, entre otros.

‘‘Este curso de cultivos transitorios tiene dos partes: una que es apoyarlos a ellos en el establecimiento de una unidad productiva para que ellos puedan hacer un ejercicio técnico productiva y puedan hacer un ejercicio comercial’’, explicó Diego Fernando Ortiz, instructor del SENA.

Uno de los aprendizajes que obtienen los participantes del curso es sobre el control de plagas y adecuación de suelos al momento de cultivar. Esto les garantizará tener un cultivo sano y en buenas condiciones para la venta.

‘‘Yo siempre le pedí a Dios capacitación, porque pues nuestro papá nos ha enseñado, pero no sabía qué le podía aplicar a un cultivo cuando había plaga. Entonces me parece muy importante saber el diferente tipo de enfermedades que pueden tener las plantas’’, señaló Yully Andrea Montoya, habitante de Mochuelo.

Este curso también se enfoca en realizar un ejercicio comercial en el que se les ayuda a los productores a hacer un plan de negocios y buscar canales de comercialización para sus productos. ‘‘Espero que nos sigan apoyando al campesino para llevar la comida a las ciudades y que lleguen en buena calidad. Que apoyen al campesino, porque nos están olvidando; una ciudad sin campesino no es ciudad’’, indicó Pedro Rico, productor de la zona.

Finalmente, además de que las personas aprendan técnicas de producción y comercialización, la UAESP busca que los habitantes de esta zona del sur de Bogotá fortalezcan el tejido social en torno a la producción agrícola.

‘‘Es muy satisfactorio tener esta herramienta de intervención social, que se llama Plan de Gestión Social, de este territorio que es aledaño al Parque de Innovación Doña Juana, porque nos permite desde los diferentes enfoques abordar problemáticas de la comunidad y también construir un tejido social, el cual se ha comenzado a materializar desde este cultivo de arveja’’, concluyó Óscar Fuentes, médico veterinario y zootecnista de la UAESP.