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Amor de papel

Por: jescobar@uaesp....
Publicado el: Junio 20191
Amor de papel

Por: Viviana Palacio Vaca
Oficina Asesora de Comunicaciones – UAESP

Deshacernos de los residuos es tan fácil como simplemente dejar a un lado de nuestras casas y definir qué es lo que ya no necesitamos, no queremos usar o no sirve. Y como en la vida personal decidimos que “lo que no sirve que no estorbe”, tal vez, por esa razón, dejamos que las calles de la ciudad o espacios como el Relleno Sanitario Doña Juana sean los lugares de descarte sin preocuparnos por la vida útil de los materiales o, lo que puede ser más importante, la correcta disposición de los materiales que usamos.

Al Relleno llega más del 5% del papel y cartón que producimos en la ciudad, así como cantidades asombrosas de plástico, textiles y metales. Hay muchas maneras de ver la problemática ambiental y hoy queremos hacerlo en nombre del amor. Ame lo que quiera, a su pareja, a su ex, a sus hijos, a su familia o al planeta, esto aplica para todo tipo de amor y ya le voy a explicar por qué.

Eso de disponer los residuos nos da la tranquilidad de deshacernos de lo que sobra de una comunidad de consumo como la nuestra. Así, todo lo que no queremos que esté en nuestras casas y oficinas desaparece sin dejar rastro, pero ¿realmente todo desaparece sin dejar rastro? El ambiente, como las personas y, sobre todo, las relaciones interpersonales, funcionan de la misma manera. Hay un primer momento en el que todo es amor, se llaman y se escriben en el chat todo el día y en la noche no duerme por esperar un muñequito que manda besos con corazón en la trompa; y si nos remontamos en el proceso del ser humano en la historia, podremos hablar de la época feudal donde aún se respetaba el uso de los recursos naturales, se tenía conciencia de lo que se producía en cada parcela y se tenía mayor control de cada producto susceptible de ser intercambiado. ¿Por qué ya no lo hacemos así? ¿qué impide que pensemos de manera responsable con el ambiente, con nosotros mismos?

El consumo, mantener un hábito de vida y la necesidad de tener todo lo que el mercado exige, desató un capitalismo abrumador. En ocaciones pasa esto con la pareja, al princicio todo es paz y amor, pero depende de nostros mismos poner límites o tomar acción para que el amor fluya, es ahí cuando pasamos a la fase de conocer y tratar de crecer con la pareja, se construyen sueños, metas, quienes quieren, y así lo deciden, piensan en tener hijos o en viajar y conocer el mundo mientras construyen lazos más fuertes. En este tiempo hay peleas, se consolida o no la relación y podría pasar que exista compromiso de ambas partes o que uno de los dos abuse del amor del otro. Esto solo genera una inevitable sensación de desgaste. Si esta fase la vemos desde la relación del hombre con el planeta, tal vez, fue a partir de la industrialización que el ser humano empezó a obtener invitaciones, regalos, comida, casa, carro, beca y todo lo que consideraba necesario para su propio bienestar. Pero este sujeto no pensó el daño que le causaba a su relación, y aunque el desangrado planeta nunca le pidió nada a cambio, empezó a enfermar, a cansarse y a decir ¡NO MÁS!

Ya roto el amor, la pasión y la entrega del planeta, el hombre sigue desgastando sus recursos y su confianza. La Tierra le habla con la verdad y le manda maremotos, le pone en evidencia sus malos genios con smog y grandes orificios en la capa de ozono, le dice que las mariposas del amor, las abejas y miles de especies animales y vegetales están muriendo y que todo va a llegar a un muy pronto final, sin embargo, el hombre, quien ya se acostumbró a los regaños y cantaletas de su fiel compañero, hace pequeños esfuerzos por mejorar la relación, pero son tan tímidos sus esfuerzos que sigue desgastando su cariño y entrega incondicional. Sin darse cuenta, está perdiendo para siempre a su gran amor: el planeta.

Este drama da un contexto para evidenciar la importancia del rol que cada uno de nosotros juega en su cuidado. Para muchos, el impacto en Bogotá, por ejemplo, no tiene repercusión en los océanos y mares de Colombia, pero resulta que sí.

Para tener un ejemplo cercano, veamos lo que ocurre en la ciudad, demos una mirada al Relleno Sanitario Doña Juana y veamos con cuidado la cantidad de material que podría ser aprovechado, pero que, por falta de voluntad, conocimiento, tiempo o cualquier otra excusa que nos pase por la cabeza no disponemos de manera adecuada.

Según la UAESP, más del 50% del material que ingresa al relleno sanitario es aprovechable, eso quiere decir que de las 600 toneladas de basura diaria que llega al RSDJ 300 toneladas podrían ser aprovechables.

Fuente: Subdirección de Aprovechamiento - UAESP

 

Ahora que conocemos un dato cercano de la cantidad del material al que podríamos darle una segunda vida, como quien le da una segunda oportunidad a su pareja sentimental, el plástico, metal, textiles y papel también merecen un uso y disposición adecuados.

Si hablamos de relaciones, los actores de toda relación deben dar de sí para que todo funcione a la perfección. Entonces si el planeta es nuestra pareja, y él ya ha dado todo lo que tiene para la comodidad del ser humano, la energía, el agua, la fauna y la flora, los paisajes, los mares, los ríos y todo lo que podamos pensar es para nosotros, por qué el hombre no da un poco de sí.

Ahora que la relación está en riesgo, no porque el planeta quiera dejar de dar todos sus recursos, sino porque no recibe lo suficiente ¿Qué podemos hacer para recuperar su amor? ¡Fácil! Dejar de ser tan interesados y empezar a tener un consumo responsable.

No se trata de comprar por comprar, sino de pensar en la respuesta a las siguientes preguntas cada vez que vayamos hacerlo, el ejemplo que podemos plantear es la compra de un cuaderno, una agenda o un directorio, periódico, revista o algún calendario, primero piensa en esto:

Pienso luego compro

Con tomar el tiempo para pensar realmente si es necesaria hacer determinada compra o no, iniciamos el proceso de reconquistar el planeta, pero si lo que queremos es dejarlo enamorado por completo, siempre es necesario dar un poco más, entonces aparecen otras acciones que podemos adaptar fácilmente a nuestro estilo de vida.

Siete acciones para amar el planeta

Como el amor se alimenta cada día, las acciones para cuidar el ambiente deben realizarse todo el tiempo sin cansancio, es por esta razón que, en la oficina, en la casa, en el parque, en campo, en el bus y en la calle, siempre hay que encontrar la forma de cuidar el planeta de la menor manera posible.

Imprimir las dos caras de la hoja, siempre usar los artículos de papel hasta el último espacio posible, pensar en el impacto que podría mejorar si se hace referencia al uso y disposición adecuada del papel. Hagamos una pausa. Pensar en el uso adecuado de las tecnologías nos obliga a preguntarnos en qué tan desarrollada está la industria, pensar también, qué tan coherentes somos con el uso de estas herramientas en la empresa, el colegio y las universidades.

Según Green Peace, el uso del papel es inversamente proporcional al desarrollo económico del país, así, a mayor cantidad de papel consumido, menos es el nivel de desarrollo de este. Como toda regla tiene su excepción, el escéptico Estados Unidos encabeza la lista de países que talan la mayor cantidad de árboles destinados a generar papel.

Puede pensarse que el papel se produce de la tala de los árboles y ya, pero resulta que la tala de bosques es la principal causa de disminución de la biodiversidad. No se trata únicamente de la tala de los bosques. El proceso de trasformación de la materia prima en productos terminados es altamente contaminante. Para su producción se consume gran cantidad de energía y agua. Parece que la ley de amor es esta: consumo, consumo y más consumo.

Las cosas hay que llamarlas por su nombre, y en este punto ya se ha exprimido tanto al planeta que ya muchas especies han desaparecido. ¿Cuál es la solución para tanto desamor con la tierra?

Reciclar

El reciclaje de papel trae muchos beneficios más allá de reducir al mínimo la necesidad de talar árboles para producir papel nuevo. El reciclado de papel también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero ya que su fabricación, a partir de árboles, requiere mucha más energía que la que se hace a partir de objetos reciclados. La fabricación de papel nuevo a partir de los árboles también requiere más agua, por lo que se produce un ahorro de esta en gran medida al utilizar productos reciclados. Por último, el reciclado de papel nos proporciona un mayor espacio en el Relleno Sanitario Doña Juana ya que desechar grandes cantidades de diarios y revistas a la basura provoca una pérdida de espacio muy importante y útil para el planeta.

Por lo general, a la mayor parte de la población mundial le suele ir mejor con el reciclaje de papel que con cualquier otro material reciclable, ya que es un material que abunda en todas partes y el más fácil de reciclar.

El reciclaje es una pequeña acción que no parece suficiente, pero que La Tierra agradecerá y por la que podrá darnos una segunda oportunidad de amor puro, profundo y verdadero.

Fuentes consultadas:

Gobierno Digital
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