Este proceso de compostaje se lleva a cabo en el predio Los Manzanos en Mochuelo Bajo. Este material tiene nutrientes como carbono, nitrógeno y potasio que ayudan a transformar el material para los procesos de restauración ecológica que se hacen en esta zona rural de Bogotá.
El primer paso que se debe llevar a cabo para obtener este abono es el corte de césped que se hace con una guadaña. Luego, el pasto es trasladado hacia la cama de compost, donde se ordena en columnas de un metro y medio para garantizar una adecuada temperatura.
La temperatura pasa en algún momento de 30 a 65 grados centígrados. Gracias a estas se eliminan los microorganismos que se denominan patógenos y que afectan la calidad del material vegetal.
‘‘Posteriormente se hacen algunos volteos, es una mezcla de la materia orgánica. Uno, para controlar la temperatura, para inyectarle oxígeno al proceso y así garantizar que el proceso se desarrolle adecuadamente’’, aseguró Yon Plazas, de la Subdirección de Disposición Final.
Luego de este proceso, se realizan unos volteos y mezclas de la materia orgánica. Esto se hace para controlar la temperatura y inyectarle oxígeno. Así se garantizará que el material comience su proceso de maduración.
‘‘La maduración es un periodo de tiempo en el que el residuo orgánico se deja sin alteración alguna, siempre protegido, para garantizar que se culmine el proceso y se obtenga el subproducto en las mejores condiciones de calidad’’, indicó Yon Plazas.
Después de la maduración, se llega al proceso de tamizaje para seleccionar un material más fino. Posterior al tamizaje, se mete a unas lonas y ahí se puede conservar hasta el momento que puede ser utilizado.
Finalmente, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos – UAESP -, aprovecha este abono para utilizarlo en los árboles que se han sembrado en Mochuelo Bajo y Alto y así, cumplir con las medidas de compensación que dicta la licencia ambiental para las comunidades aledañas al Parque de Innovación Doña Juana.
