La Alcaldía Mayor de Bogotá, en cabeza de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos – UAESP – lanzó el reto #PongamosADietaADoñaJuana para invitar a los bogotanos a reducir las toneladas de residuos que se producen y que llegan todos los días a Doña Juana, con el propósito de minimizar el impacto ambiental en la ciudad, promover la cultura del reciclaje y el aprovechamiento, estimular la economía circular en Bogotá y apoyar a los más de 24 mil recicladores de oficio de la capital.

“Queremos poner a dieta a Doña Juana, que lleguen 500 toneladas diarias menos y se aprovechen más. Hoy estamos en promedio en 6.500 toneladas día, queremos que sean seis mil solamente por septiembre, octubre y noviembre. Si nos va bien, pues crecemos la meta. Necesitamos que el relleno sanitario termine, pero para que eso suceda tenemos que poner todos de nuestra parte”, aseguró la directora de la UAESP, Luz Amanda Camacho.

Los residuos que son enterrados en Doña Juana generan contaminación e impactos ambientales negativos. De estos, el 80% podría aprovecharse. Por eso el Distrito invitó a la ciudadanía a comprometerse con cambios de hábitos para bajar esta cifra por lo menos durante los próximos tres meses.

“Los orgánicos, que son la mayoría de los residuos que están llegando a Doña Juana, se pueden aprovechar en abonos y en hacer energía, como estamos haciendo en Biogás. Con el papel y con el vidrio también se pueden hacer procesos de aprovechamiento. La idea es que los bogotanos aprendamos a consumir menos y lo que consumamos debemos aprovecharlo para traer la menor cantidad de residuos a Doña Juana”, señaló el subdirector de Aprovechamiento de la UAESP, Álvaro Parra.

La clave para que #PongamosADietaADoñaJuana está en tres pasos: separar adecuadamente y entregar estos elementos al reciclador del barrio, reducir el consumo y reutilizar lo que sea posible.

“La gestión de residuos de la ciudad y otros municipios cercanos se debe hacer acá -en Doña Juana-. No tenemos más espacio. Esto debe ser un trabajo donde la sociedad y la ingeniería nos den la solución. Desde el comportamiento de nuestras viviendas debemos de aprender a comprar, a consumir y a separar; y desde el punto de vista de ingeniería debemos de plantear nuevas tecnologías que nos permitan que ese material que disponemos en Doña Juana, pase de ser un residuo a ser un recurso y podamos transformarlo”, dijo Fredy Aldana, subdirector de Disposición Final de la UAESP.

Al reciclar, se emiten menos gases y contaminantes, se producen abonos, se reducen los lixiviados y se controlan los impactos que genera un relleno sanitario en la ciudad.

En el marco de esta iniciativa, la UAESP fortalecerá el trabajo de cultura ciudadana que realiza sobre la separación en la fuente llevando actividades a localidades, colegios, comercios y generando contenidos pedagógicos para todos los ciudadanos.