Dentro del “Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del siglo XXI”, la Unidad Administrativa Especial de Servivios Públicos – UAESP- se compromete con las comunidades para reverdecer a la capital.
Colectivos de la localidad de Kennedy encontraron en el compostaje y la agricultura urbana, la clave para empoderarse de su territorio y recuperar sus zonas verdes y cuerpos de agua.
Así nació la iniciativa para sembrar diversas especies de plantas alrededor de la Zona de Manejo y Preservación Ambiental del Río Tunjuelo, actividad que hoy, guardando los protocolos de bioseguridad y distanciamiento social, reúne a las familias de la zona.
“Incentivamos a nuestros hijos la cultura de sembrar una semilla y que la germinen y vengan y siembren, están haciendo es unión familiar, de hacer un trabajo de familia y fuera de eso nosotros también le enseñamos a todos que esta es la oportunidad que tienen porque ahorita nuestra vida social cambia, esta pandemia nos está enseñando que todo va a cambiar, que hay que ser más solidario con el otro”. Son las palabras de Sandra Fabiola Ramírez Góngora, docente y una de las líderes de proyecto.
“Nosotros decidimos sembrar y empezamos a hacer una agricultura urbana acá, empezamos con esa “chagrita” y empezamos a traer una matica, otra matica, otra matica, y vimos que la tierra pegó y empezamos a sembrar”, agregó Sandra, al tiempo que destacó el acompañamiento de entidades como la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos –UAESP-, cuyo compromiso es acompañar las iniciativas que le apunten a transformar y reverdecer la ciudad.
Al respecto, Juan Sebastián Martínez, Gestor Social Subdirección RBL UAESP, señaló “yo veo que estas son las iniciativas que debemos apoyar desde las instituciones porque la comunidad está abanderando el proceso ambiental en la localidad, diferentes colectivos están ayudando a reverdecer a la ciudad de Bogotá a través de compostaje”.
Ahora, en un terreno que había sido quemado debido al enfrentamiento entre habitantes de calle de la zona, crecen especies de árboles y plantas aromáticas, que dan color y vida a este cuerpo de agua. “Decidimos hacer una compostera, ¿qué hacemos nosotros?, voy a los supermercados de aquí de mi barrio, voy pidiendo en un costal que me regalen esos residuos que ellos desechan, los picamos y los traemos y hacemos esa base orgánica”, explicó, llena de orgullo, Sandra Fabiola.
La UAESP promueve entre los ciudadanos el hábito de una adecuada separación de residuos en la fuente, para su reutilización y gestión integral, en donde el compostaje y los posteriores procesos de agricultura urbana juegan un papel fundamental.