En articulación con la Secretaría de la Mujer, BibloRed y el IDRD, realizamos una jornada deportiva en el Día de la Mujer Trabajadora. Más de 15 mujeres de esta zona rural de la ciudad participaron de la actividad.
Además de reconocer la fortaleza, autonomía, sensibilidad y personalidad de las mujeres de este territorio por medio de un campeonato de microfútbol, otro de los propósitos de la actividad era que las mujeres conocieran y difundieran a la comunidad los servicios que se prestan en la Manzana del Cuidado Mochuelos que entregamos en septiembre de 2022.
Deisy María Rincón, madre cuidadora y una de las beneficiadas por esta Manzana del Cuidado, participó y resaltó la actividad que se llevó a cabo en Mochuelo Alto. ‘‘El campeonato genial, es muy bonito haber conocido nuevas mujeres, todas luchadoras, todas con ganas de ganar. Fue un partido sensacional, muy divertido y sí, me gustó mucho’’, destacó.
El campeonato se realizó en el marco del Plan de Gestión Social 2021 – 2025 de la Subdirección de Disposición Final de la UAESP. ‘‘Entonces lo que celebramos justamente fue la conmemoración de las mujeres, no solo como madres generadoras de vida, sino ese rol importante que tienen en el desarrollo de la comunidad en la industria y en el crecimiento general de nuestros sectores’’, aseguró Fredy Aldana, subdirector de Disposición Final.
El encuentro deportivo también contó con la participación de diferentes funcionarias de las entidades que prestan sus servicios en la Manzana del Cuidado Mochuelos.
‘‘Lo que quisimos fue hacerles entender que detrás de una chaqueta también estamos nosotras como ciudadanas y como mujeres. Y Lo que hicimos fue hacer equipos aleatorios para poder compartir y jugar, independiente de que supiéramos o no, pues que todas pudiéramos enseñarnos y compartir y jugar de manera equitativa’’, explicó Lizeth Ochoa, coordinadora de la Manzana del Cuidado.
Al finalizar la actividad, se reconoció el esfuerzo y el trabajo en equipo que cada una de las mujeres durante el campeonato. Los premios tuvieron una carga simbólica, en la que se representó cómo ellas siembran sus valores y personalidades; además de la fortaleza de su propia autoestima.
‘‘Nos dieron un cactus, que también me parece simbólico, que es como echar raíces y nos dieron libros para leer con nuestros hijos y para sacar más tiempo de calidad para nosotras. Y la medalla que, por supuesto, es un reconocimiento muy especial’’, dijo Deisy Rincón, habitante de Mochuelo Bajo.
