La UAESP construye nuevo modelo de aprovechamiento de residuos sólidos junto a los actores clave en el proceso: industria, ciudadanía, recicladores y entidades de gobierno.
Con las bases del Plan Distrital de Desarrollo, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP- promueve un modelo de economía circular en el que se priorice el aprovechamiento de residuos sólidos orgánicos e inorgánicos y los residuos de demolición y construcción, protegiendo al mismo tiempo los ecosistemas.
Su aplicación implica llevar a cabo acciones integrales como la puesta en marcha de una campaña ciudadana que dé lugar a la conciencia y responsabilidad ambiental, la construcción de centros especializados de aprovechamiento de plástico y de residuos orgánicos en zonas como Mochuelo, vecino de Doña Juana, o proyectos de alta innovación como biodigestores en el caso del Jardín Botánico, así como el fortalecimiento de alianzas estratégicas entre el sector público y privado.
Bogotá está preparada para el cambio y todos los sectores son fundamentales para lograrlo, si los ciudadanos fallan, los recicladores no podrán hacer su labor; y a su vez, si las industrias no activan procesos de innovación y reingeniería como parte de su compromiso ambiental, la sociedad no tendría forma de cambiar sus hábitos de consumo.
Actores de la cadena de aprovechamiento
Alcanzar una meta ambiciosa como esta requiere de un compromiso permanente de todos los actores posibles, a continuación, los clasificamos de la siguiente manera y definimos su participación:
Industria: se requiere una industria comprometida con el aprovechamiento y la economía circular, que reinvente sus procesos productos, a partir de un uso sostenible de los recursos naturales y la protección de los ecosistemas.
Ciudadanía: es el actor con mayor responsabilidad, dado que su impacto se presenta en dos momentos de la cadena. El primer momento, en la toma de la decisión de reducir su consumo, comprar de manera responsable e identificando el compromiso de la industria por una ciudad más sostenible. El segundo momento es la actividad consciente de separar los residuos de manera adecuada y entregarlos al reciclador de su sector. Esta es la única manera de que el ciclo tenga continuidad. Según datos del Centro de Gestión de Conocimiento -CEMPRE- Bogotá recupera el 25% del material aprovechable, para hacer una referencia nacional, ciudades como Medellín llega al 12% y Cali al 6%.
Recicladores y organizaciones de recicladores: al realizar un adecuado manejo y separación de los residuos en casa, los más de 24.300 recicladores que trabajan en Bogotá seguirán llevando, en mayor cantidad, todo el material aprovechable que ha sido recuperado, a las 11 Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento ECA y a las más de 1.100 bodegas privadas que se encuentran en Bogotá.
Entes gubernamentales y UAESP: finalmente, el reto también es grande para los gobiernos porque es necesario generar, desde los arreglos institucionales y marcos regulatorios que impliquen incluso, repensar lo que se clasifica como Residuo No Aprovechable, hasta la misma infraestructura e inversión que permitan el aprovechamiento de la mayoría de los residuos y su transformación de bienes, materias primas o energías renovables.
En este sentido, hoy la ciudad cuenta con un Plan de Desarrollo que facilitará la implementación de una gestión de residuos sólidos más eficiente, acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS.