El Fucha es uno de los 6 ríos más importantes que atraviesan a Bogotá y uno de los 200 cuerpos de agua que la bañan, entre quebradas, humedales, ríos y canales.
Al drenar todo el sector del centro, parte del sureste y la zona industrial de la capital , este se mezcla con agua de lluvias y aguas negras. Por esto su alto grado de contaminación.
Durante toda una mañana de limpieza, jornada implementada por la empresa Bavaria y la UAESP, el Fucha descansó al extraérsele unos 4000 kilogramos de plásticos, telas, madera y vidrio, producto de la difícil relación que sostiene durante años con las comunidades vecinas a sus laderas.
Nace en los Cerros Orientales, en el Páramo Cruz Verde, en la reserva forestal El Delirio .
Su cuenca cuenta con un área de 12.991 hectáreas urbanas y 4.545 rurales.
En su parte alta recibe las aguas de las quebradas San Cristóbal, la Osa y Pablo Blanco.
En su curso medio y bajo atraviesa la zona meridional de la sabana de Bogotá pero al bajar ya canalizado irriga parte de 10 localidades claves de Bogotá: San Cristóbal, Santa Fe, La Candelaria, Los Mártires, Antonio Nariño, Rafael Uribe Uribe, Puente Aranda, Teusaquillo, Kennedy y Fontibón.
Tras este recorrido sufre una de las transformaciones más dramáticas en su composición y estética debido a la gran cantidad de residuos orgánicos y sólidos vertidos por los habitantes y las industrias que durante años se han ubicado a orillas de sus laderas.
Los diagnósticos y estudios ambientales que han puesto su foco en esta arteria fluvial describen situaciones preocupantes que explican su alto nivel de toxicidad:
"La comunidad aledaña dispone los residuos orgánicos domésticos-comida-en las rondas del caño, estas acciones inadecuadas de disposición generan un aumento en la población de vectores que afectan la salud pública, presencia de habitantes de calle consumiendo sustancias alucinógenas y lo más curiosos es que al parecer la comunidad que posee animales domésticos-perros-utiliza las rondas del canal para que los animales realicen su deposición y no son recogidas, recordemos que estos factores son fuente de alimentación y reproducción de insectos voladores como las moscas".
El RESPIRO
Todas estas razones llevaron a que la empresa Bavaria, La UAESP, la CAR, fundaciones civiles y organizaciones de recicladores apoyaran y participaran en una jornada de limpieza adelantada por un pequeño ejército de voluntarios, el pasado 16 de marzo.
A lo largo de 2 kilómetros lineales por la calle 16 sur entre carreras 30 y 52, poco menos de 300 hombres y mujeres de todas las edades vestidos de rojo se desplegaron por las rondas del Fucha para extraer la mayor cantidad de residuos sólidos posibles en una actividad más de la campaña "#Me uno", programa de voluntariado de Bavaria que trabaja por causas sociales y ambientales en Colombia y al que se unió la UAESP mediante la sensibilización a 800 habitantes y transeuntes sobre el uso de la bolsa negra y blanca para promover la cultura del reciclaje.
Yamile Cerdas, gestora de Aprovechamiento de la UAESP:
"Hoy la invitación es reciclar en 4 pasos: primero tener disponible bolsas blancas y negras. ¿La blanca qué función tiene? la bolsa blanca es aquella que nos va permitir exponer todoslos materiales aprovechables, llamese papel, latas, tela, plástico, vidrio, cartón y tetrapack".
De sus ligeras corrientes, que apenas empiezan a recibir las lluvias de la primera época del año cerros arriba, los voluntarios sacaron botellas, ropa, metales, juguetes y pedazos de muebles, muestra del indolente trato al que ha sido sometido este cuerpo canalizado por parte de los humanos.
De sus quebradizas laderas también se extrajeron restos de cordones, bolsas plásticas y toda clase de desechos que parecen haberse mimetizado en sus pendientes con el paso del tiempo.
Cada uno de los 272 voluntarios, sin prisa y con mucha calma, se tomó sus horas y mejores esfuerzos para sacar del entorno del Fucha todo aquello que no le pertenecía y que por cuenta del hombre ya practicamente se hizo sedimento.
Mientras unos se repartieron por los alrededores del canal, otros colaboradores, hacían lo propio en el barrio Montes, uno de los vecinos del Fucha, donde fue clave la educación sobre separar en la fuente para que muchos de esos residuos no sigan desembocando en este río.
"Hicimos una actividad muy importante acá en la zona de Puente Aranda en laderas del río Fucha con el fin justamente de hacer un reciclaje, de limpiar la zona, de hacer un puerta a puerta, donde se entregaron alrededor de 2 mil bolsas de aprovechamiento identificando cómo se debe hacer el reciclaje, en bolsa blanca y bolsa negra; también contamos con el apoyo del grupo Retorna, acompañados por supuesto con estos 280 voluntarios y desde luego Bavaria, que fue el ente organizador del evento, estuvo todo el tiempo dispuesto acompañando esta gran gestión", añade la gestora de la UAESP.
Al menos 4 toneladas de residuos sólidos fueron recogidos y dispuestos en puntos estratégicos del canal para ser luego recogidos por camiones recolectores de los operadores de aseo asignados a esta zona.
Cuatro horas de paciente e incluso arriesgado trabajo de estos voluntarios dieron como resultado una cara más limpia del canal del río Fucha, antes de descargar sus plomizas aguas en otro gigante de agua que también clama por un mejor trato de los habitantes de esta capital: el río Bogotá.