En Bogotá hay identificados más de 800 puntos críticos, zonas del espacio público en los que algunos ciudadanos arrojan residuos de construcción, orgánicos y otros elementos, de forma ilegal.

Uno de los más grandes se ha formado recientemente en la vereda Mochuelo, vecina de Doña Juana, y cuyos habitantes deben soportar a diario, a pesar de los esfuerzos de la Unidad Administrativa de Servicios Públicos -UAESP- y el operador de zona por mantener limpio este lugar.

“En la parte norte del barrio botan mucha basura los camiones, pero vemos que cada ocho días pasa la UAESP con una volqueta recogiendo”, denuncia Juan Jiménez, quien tiene que ver cómo constantemente volquetas tiran residuos en la entrada de su barrio.

Hansel Vega, trabaja como operario en LIME, el concesionario de aseo que atiende esta zona, y aunque todos los días junto a sus compañeros, recoge residuos de diferentes puntos críticos en la ciudad, asegura que los arrojados en este lugar, causan una gran desilusión respecto a la cultura ciudadana de algunas personas.

“Desde ayer hemos sacado unos siete viajes hasta el momento y quedan unos tres viajes, de 18 a 20 toneladas cada uno (sic). Hoy casi no hay curtiembres, normalmente botan como curtiembres de cueros y todo eso. Mucho escombro”, asegura Hansel con resignación.

Más de 150 toneladas de residuos altamente contaminados son retirados cada semana, y según habitantes del sector se han convertido en un problema de salud pública.

Así mismo, la comunidad que poco a poco se organiza, ha planteado varias opciones para ponerle punto final a este problema, una de ellas es la de “colocar cámaras para ver las placas de los carros para poder multar. (…) para poder ver quiénes vienen y a qué horas vienen”.

La UAESP, adicional a la labor que hace para limpiar esta zona constantemente, adelanta trabajos con otras entidades para poner solucionar de manera definitiva este problema y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Mochuelo.