La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos -UAESP-, como garante de la operación del esquema de aseo de Bogotá, acompañó una de las jornadas de recolección, barrido y limpieza en el Parque de Lourdes, ubicado en la localidad de Chapinero y uno de los sitios más icónicos de la ciudad, allí evidenció la inadecuada disposición de residuos como guantes y tapabocas.

“Estos residuos deben ser separados para ser entregados en las rutas de residuos peligrosos, como las casas no tenemos este tipo de servicios, lo que nosotros hemos pedido es que se envuelvan en doble bolsa negra, sean cortados, sean desechados para que si alguien se los encuentra no los vuelva a usar y que sean dispuestos de manera en los residuos ordinarios, pero con doble bolsa”. Explicó, Luz Amanda Camacho, directora de la entidad.

En este lugar la tarea de los operarios de barrido es ardua, además desde que inició la pandemia, a los residuos que recogen habitualmente de las calles se han sumado estos elementos.

“Qué he visto, el incremento de tapabocas, el incremento de guantes que no los depositan en las cestas que nosotros tenemos instaladas en nuestras rutas, sí, qué es un riesgo para nosotros como operarios, para el mismo habitante, para la misma comunidad, para el mismo residente, que son nuestros usuarios”. Expresó Fredy Alexander Cantor, operario de barrido del operador de aseo de la zona, Promoambiental Distrito.

Esa es la situación que viven día a día los operarios de barrido de la ciudad, por eso hicieron un llamado a la comunidad para usar adecuadamente las cestas públicas, mitigar el contagio y contribuir con su labor. “Invitar a la ciudadanía para que este tipo de residuos que obviamente es algo que no estaba dentro de nosotros, ahora sí está, disponerlo en las cestas, meterlo en una bolsita para que no haya contacto físico con la persona que hace la recolección”. Añadió Óscar Buitrago, supervisor de operaciones del operador Promoambiental Distrito.

En el mismo sentido, Gladys Noriega, operaria de barrido de la misma empresa, indicó que se necesita más apoyo de los ciudadanos frente su labor, “y la gente los bota, o sea, puede estar la caneca aquí y no le importa, coge y el tapabocas al piso y eso sí es lo que más hemos encontrado”.

Los guantes y tapabocas arrojados en la calle, además de ser un foco de contaminación, también obstruyen las alcantarillas y generan problemas en épocas de lluvia. La UAESP, como supervisora del esquema de aseo de Bogotá, promueve el buen uso del mobiliario público para contribuir con una ciudad limpia y amigable para todos.