Estas fueron las voces que retumbaron por toda la Terminal de Transportes de Salitre, una concurrida tarde de viernes, previo a los dos puentes festivos que se registraron en el pasado mes de junio.

Fue un llamado distinto al que normalmente se les hace a los viajeros que van y vienen por la capital colombiana tras hacer tránsito por esta importante infraestructura de 231 mil metros cuadrados y que opera ya hace 35 años.

No fue para anunciar la llegada o salida de alguna ruta terrestre de las 89 empresas de transporte que a diario movilizan cerca de 27 mil usuarios, sino para recitar una serie de residuos que usualmente también se genera es este paso clave hacia otros destinos del país.

“Residuos de barridoooo, botellas Peeeet, Tetrapaaaack, metaaales, cáscaras de hueeeevvvoo, bolsas de leeeche bien escurridas, reeetazos de teeelaaa, servilletas usaaadas…”

Después de un corto silencio, la lectura de desechos estalló en un contagioso merengue que invitaba a depositar los residuos aprovechables en una bolsa blanca y los ordinarios en la bolsa negra.

Al tiempo, un grupo de personas vestidas de recicladores de oficio bailaba al son de la pegajosa melodía que llamó la atención de quienes acarreaban sus maletas.

Todo era parte de una jornada de sensibilización que la Alcaldía de Bogotá, a través de la Uaesp, adelantó en esta terminal considerada la más grande y de mayor trayectoria en materia de transporte terrestre de Colombia, pues la época también era propicia para difundir la importancia de la separación en la fuente, el uso de la bolsa blanca para los residuos reciclables y el papel que cumple el reciclador de oficio en la cadena del aprovechamiento.

Estuvo ampliamente dirigida a todos sus usuarios puesto que sus mensajes impactaron a viajeros y comerciantes. Sin embargo, al tiempo que sonaba la canción “Ponle ritmo a reciclar” que se ha convertido como en un himno de la cultura del reciclaje, gestores sociales de la Uaesp enfocaban su información sobre clasificación de residuos hacia los empleados de 62 de los negocios que también pueblan la estación terrestre.

Seis puestas en escena en tres de los módulos más transitados terminaron despertando no solo curiosidad, también ganas de acompañar en el baile y en la letra a los ejecutores de este “Flashmob” del reciclaje que logró impactar a una cantidad record de personas en menos de tres horas: 420 usuarios de esta terminal.