Entre mesones repletos de suculentos postres, samovares rebosantes de apetitosas recetas como crepes, tapas y asados preparados con ingredientes y técnicas de la ya globalizada cocina fusión también figuraban estanterías de colorida estética.

Muchos hacían alusión desde sus avisos a productos hechos con materiales aprovechables: “Prendas de segunda pero en buen estado, diseños construidos con tela usada o papelería bautizada con nombres como Eco o Sostenible”.

Por primera vez en cinco años el festival Macarenazo le rindió tributo al reciclaje.

Así las cosas, ningún otro momento en la historia pasada de este evento cultural fue mejor para que la campaña “Reciclar Transforma” de la Alcaldía de Bogotá, a través de la Uaesp, hiciera presencia con un equipo de gestores sociales dispuestos a multiplicar el mensaje de la correcta separación en la fuente con el uso de la bolsa blanca y la bolsa negra.

Pero no solo ellos ayudaron en esta tarea que se prolongó por más de tres horas para distribuir 400 kits de bolsas para depositar el material reciclable y el material ordinario. El clima, el ambiente familiar y la tradicional atmósfera bohemia también facilitaron el éxito del quinto Macarenazo celebrado en uno de los barrios más concurridos por su variada oferta cultural y gastronómica.

Un evento creado en 2015 producto de una iniciativa comunitaria del barrio para abrir un espacio de convivencia entre residentes y comercio de la zona.

Hasta el momento, se han realizado 4 ediciones del Festival y una edición especial en diciembre de 2018. La del pasado 1 de septiembre fue la quinta entrega, el precedente ideal para seguir contemplando en su agenda anual todos los temas posibles relacionados con la buena práctica de la separación en la fuente dirigidos a visitantes y anfitriones entre habitantes y propietarios o voceros de varios de los establecimientos más cotizados de la zona céntrica de Bogotá, conocida como la zona M de la capital.